Tema 6. Parálisis cerebral infantil. Si encuentras algún error gramatical, ortográfico, de contexto u otro tipo, y deseas ayudarnos a solucionarlo, puedes hacerlo mediante Telegram o enviando un email.
El término parálisis cerebral fue acuñado por primera vez en 1888 por ...
William Osler
William Little
Sigmund Freud
Winthroo Phelps
Fenell
Dikel
En 2005, desde el Taller Internacional para la Definición y Clasificación de la Parálisis Cerebral, reunido el año anterior en Estados Unidos, se propuso la siguiente definición:
En los niños, las alteraciones neuropsicológicas no son más difusas y complejas de especificar que en el adulto.
Verdadero
Falso
En las primeras descripciones se proponían dos causas predominantes de la parálisis infantil:
La asfixia neonatal y/o el traumatismo intraparto
La prematuridad y/o fiebre materna.
La trombofilial y/o el traumatismo intraparto
La asfixia neonatal y/o leucomalacia periventricular
La fiebre materna y/o el traumatismo intraparto
Parálisis cerebral infantil. Actualmente se consideran factores de riesgo:
Parálisis cerebral infantil. El diagnóstico:
Requiere la presencia de alteraciones del desarrollo de la postura y el movimiento.
Suele ser muy precoz, en los casos más graves a los pocos años de vida.
Todas las opciones son correctas.
Se mantiene el consenso de emplear como límite inferior para el diagnóstico los 3 años.
Parálisis cerebral infantil. El diagnóstico:
No requiere la presencia de alteraciones del desarrollo de la postura y el movimiento.
Suele ser muy precoz, en los casos más graves a los pocos meses de vida.
Todas las opciones son correctas.
Se mantiene el consenso de emplear como límite inferior para el diagnóstico los 3 años.
Parálisis cerebral infantil. El diagnóstico:
No requiere la presencia de alteraciones del desarrollo de la postura y el movimiento.
Suele ser muy precoz, en los casos más graves a los pocos años de vida.
Todas las opciones son correctas.
Se mantiene el consenso de emplear como límite inferior para el diagnóstico los 2 años.
Parálisis cerebral infantil. El diagnóstico:
No requiere la presencia de alteraciones del desarrollo de la postura y el movimiento.
Suele ser muy precoz, en los casos más graves a los pocos años de vida.
En algunos casos las alteraciones detectadas en neuroimagen a edad temprana se resolverán con el tiempo.
Se mantiene el consenso de emplear como límite inferior para el diagnóstico los 3 años.
Según la localización de la lesión y su manifestación motora, puede ser:
Según la extensión de la afectación, puede ser:
Clasificación funcional (motor, manual, lenguaje y funcionalidad). GRADO 0:
Normal
Anomalías ligeras con posibilidad de corrección voluntaria. No se altera la función.
Función imposible (no hay marcha o lenguaje).
Anomalías evidentes que no impiden la función.
Clasificación funcional (motor, manual, lenguaje y funcionalidad). GRADO I:
Normal
Anomalías ligeras con posibilidad de corrección voluntaria. No se altera la función.
Función imposible (no hay marcha o lenguaje).
Anomalías evidentes que no impiden la función.
Clasificación funcional (motor, manual, lenguaje y funcionalidad). GRADO II:
Función limitada (lentitud, cansancio).
Anomalías ligeras con posibilidad de corrección voluntaria. No se altera la función.
Función imposible (no hay marcha o lenguaje).
Anomalías evidentes que no impiden la función.
Clasificación funcional (motor, manual, lenguaje y funcionalidad). GRADO III:
Función limitada (lentitud, cansancio).
Anomalías ligeras con posibilidad de corrección voluntaria. No se altera la función.
Función imposible (no hay marcha o lenguaje).
Anomalías evidentes que no impiden la función.
Clasificación funcional (motor, manual, lenguaje y funcionalidad). GRADO IV:
Función limitada (lentitud, cansancio).
Anomalías ligeras con posibilidad de corrección voluntaria. No se altera la función.
Función imposible (no hay marcha o lenguaje).
Anomalías evidentes que no impiden la función.
Sistema de clasificación de la función motora gruesa. NIVEL I:
Marcha sin restricciones.
Marcha sin ayudas pero con limitaciones espaciales.
Totalmente dependiente para el desplazamiento.
Marcha con soportes u ortesis.
Movilidad independiente bastante limitada.
Sistema de clasificación de la función motora gruesa. NIVEL II:
Marcha sin restricciones.
Marcha sin ayudas pero con limitaciones espaciales.
Totalmente dependiente para el desplazamiento.
Marcha con soportes u ortesis.
Movilidad independiente bastante limitada.
Sistema de clasificación de la función motora gruesa. NIVEL III:
Marcha sin restricciones.
Marcha sin ayudas pero con limitaciones espaciales.
Totalmente dependiente para el desplazamiento.
Marcha con soportes u ortesis.
Movilidad independiente bastante limitada.
Sistema de clasificación de la función motora gruesa. NIVEL IV:
Marcha sin restricciones.
Marcha sin ayudas pero con limitaciones espaciales.
Totalmente dependiente para el desplazamiento.
Marcha con soportes u ortesis.
Movilidad independiente bastante limitada.
Sistema de clasificación de la función motora gruesa. NIVEL V:
Marcha sin restricciones.
Marcha sin ayudas pero con limitaciones espaciales.
Totalmente dependiente para el desplazamiento.
Marcha con soportes u ortesis.
Movilidad independiente bastante limitada.
La hemorragia intraventricular es la variedad más común de hemorragia intracraneal en el recién nacido. Es característica de la prematuridad. Se origina en la matriz germinal.
Verdadero
falso
Clasificación de la hemorragia intraventricular. Grado I:
Clasificación de la hemorragia intraventricular. Grado II:
Clasificación de la hemorragia intraventricular. Grado III:
Clasificación de la hemorragia intraventricular. Grado IV:
Un hallazgo frecuente en la sustancia blanca es la leucomalacia periventricular.
Verdadero
Falso
En la sustancia gris aparecen afectados:
Ganglios de la base.
Diencéfalo: especialmente el subtálamo.
hipòtalamo.
En la sustancia gris aparecen afectados:
Epitálamo.
Diencéfalo: especialmente el subtálamo.
Cerebelo.
En la sustancia gris aparecen afectados:
Epitálamo
Diencéfalo: especialmente el tálamo.
hipòtalamo.
Se pone en marcha cuando un objeto entra en contacto con los labios del recién nacido. Aparece en la etapa prenatal (en torno a los 7-8 meses de gestación) y disminuye notablemente en torno a los 6 meses, coincidiendo con la introducción de la cuchara en la alimentación.
Reflejo de succión
Reflejo de Moro o del abrazo
Reflejo pupilar.
Reflejo de prensión o agarre.
Reflejo de marcha automática.
Reflejo tonicocervical o de Magnus.
Reflejo de Babinski o plantar.
Reflejo de búsqueda o de los puntos cardinales.
Se abren y cierran los brazos como respuesta a un movimiento brusco de la cabeza y el cuello hacia atrás. Suele estar presente desde el nacimiento y desaparece sobre el 6° mes de vida.
Reflejo de succión
Reflejo de Moro o del abrazo
Reflejo pupilar.
Reflejo de prensión o agarre.
Reflejo de marcha automática.
Reflejo tonicocervical o de Magnus.
Reflejo de Babinski o plantar.
Reflejo de búsqueda o de los puntos cardinales.
Al aproximar al ojo una fuente de iluminación, se produce la contracción de la pupila. No desaparece.
Reflejo de succión
Reflejo de Moro o del abrazo
Reflejo pupilar.
Reflejo de prensión o agarre.
Reflejo de marcha automática.
Reflejo tonicocervical o de Magnus.
Reflejo de Babinski o plantar.
Reflejo de búsqueda o de los puntos cardinales.
Al ejercer presión en la palma de la mano, ésta se cierra. Está presente desde el nacimiento y desaparece en torno al 6° mes, conforme aparece la capacidad voluntaria de coger y soltar objetos.
Reflejo de succión
Reflejo de Moro o del abrazo
Reflejo pupilar.
Reflejo de prensión o agarre.
Reflejo de marcha automática.
Reflejo tonicocervical o de Magnus.
Reflejo de Babinski o plantar.
Reflejo de búsqueda o de los puntos cardinales.
Movimientos alternos de flexión y extensión de las extremidades inferiores. Se activan al contacto con una superficie sólida. Está presente en el momento de nacer y desaparece sobre los 3 meses.
Reflejo de succión
Reflejo de Moro o del abrazo
Reflejo pupilar.
Reflejo de prensión o agarre.
Reflejo de marcha automática.
Reflejo tonicocervical o de Magnus.
Reflejo de Babinski o plantar.
Reflejo de búsqueda o de los puntos cardinales.
Cuando el bebé está tendido sobre la espalda, la rotación lateral de la cabeza provoca la extensión del brazo y de la pierna del lado hacia el que mira el bebé, con flexión de las extremidades del lado contrario. Está presente en el momento del nacimiento y desaparece a los 4 - 6 meses.
Reflejo de succión
Reflejo de Moro o del abrazo
Reflejo pupilar.
Reflejo de prensión o agarre.
Reflejo de marcha automática.
Reflejo tonicocervical o de Magnus.
Reflejo de Babinski o plantar.
Reflejo de búsqueda o de los puntos cardinales.
La estimulación de la superficie plantar provoca la extensión y separación de los dedos del pie, como si fuese un abanico. Debe estar presente desde el nacimiento y va desapareciendo a medida que se aproxima la marcha autónoma, en torno a los 9 o los 10 meses.
Reflejo de succión
Reflejo de Moro o del abrazo
Reflejo pupilar.
Reflejo de prensión o agarre.
Reflejo de marcha automática.
Reflejo tonicocervical o de Magnus.
Reflejo de Babinski o plantar.
Reflejo de búsqueda o de los puntos cardinales.
Al estimular con un objeto la zona peribucal, el niño tenderá a girar la cabeza hacia la fuente de estimulación. Desaparece alrededor de los 3 meses.