Autoevaluación McGraw Hill. Volumen II. Capítulo 13. Trastornos de la personalidad.Si encuentra algún error gramatical, de ortografía, de contexto o de otro tipo y quiere ayudarnos a solucionarlo puede reportarlo a través de Telegram o enviando un email.
¿Cuál de las siguientes características diferencia los TP de otros trastornos mentales?
Al igual que todos los trastornos mentales, los TP presentan un repertorio de comportamientos limitado, reiterativo, e inflexible, que cambia relativamente poco en función de las demandas y situaciones.
Los TP afectan parcialmente al individuo y los diferentes ámbitos de su funcionamiento, a diferencia de lo que suele suceder con la mayoría de los trastornos mentales.
Los TP son generalmente egosintónicos, a diferencia de la egodistonía que caracteriza a la mayoría de los trastornos mentales.
La diferenciación entre los TP y otros trastornos mentales es más bien difusa, ya que comparten síntomas comunes.
Uno de los cambios importantes de la quinta edición del DSM en relación con los TP es:
Su inclusión en un eje diferente al del retraso mental.
La desaparición del trastorno esquizotípico del grupo de los TP.
La inclusión de un patrón límite, en sustitución del trastorno de la personalidad límite.
La desaparición de un eje diagnóstico específico para los TP.
Los estudios sobre prevalencia de los TP coinciden en señalar que:
La prevalencia ha aumentado considerablemente en la última década.
La prevalencia se mantiene estable en función de variables como el contexto social, el cultural, o el educativo.
La prevalencia aumenta cuando se producen situaciones sociales de conflicto y violencia, como sucede con el resto de los trastornos mentales.
El trastorno de la personalidad narcisista se encuentra entre los más prevalentes, independientemente del contexto social o cultural.
Según el modelo alternativo del DSM-5, una persona presentaría un TP si cumpliera los siguientes criterios:
Dificultades, de gravedad igual o mayor a leve, en el funcionamiento de la personalidad (auto/interpersonal) y uno o más rasgos patológicos de personalidad.
Dificultad, entre moderada y grave, en el funcionamiento de la personalidad (auto/interpersonal) y uno o más rasgos patológicos de personalidad.
Dificultades en el funcionamiento de la personalidad y rasgos patológicos de personalidad relativamente cambiantes a lo largo del ciclo vital del individuo.
Dificultades en el funcionamiento de la personalidad y rasgos patológicos de personalidad que se corresponden con la etapa de desarrollo evolutivo de la persona.
Los rasgos patológicos de personalidad según el modelo alternativo del DSM-5 son:
Afectividad negativa, desapego, anti-sociabilidad, desinhibición, y anancastia.
Identidad, empatía, autodirección e intimidad.
Afecto negativo, desapego, antagonismo, desinhibición y psicoticismo.
Búsqueda de novedades, evitación del daño y dependencia de la recompensa.
Una persona cumple los criterios A y B para el diagnóstico de TP, pero no presenta los criterios aplicables para ningún TP concreto. Según las recomendaciones de Skodol (2015), lo que deberíamos hacer para determinar el diagnóstico, según el modelo alternativo del DSM-5, es:
Aplicar criterios de inclusión y exclusión (D, E, F, G).
Aplicar los criterios A y B al TP especificado por rasgos.
Confirmar el diagnóstico de TP sobre la base de que se cumplen los criterios A y B.
Determinar el TP entre los tipos propuestos y/o realizar un diagnóstico categorial.
El egocentrismo y la determinación de los objetivos o metas, teniendo en cuenta la obtención de satisfacción personal, es característico del funcionamiento personal del trastorno de la personalidad:
Antisocial.
Límite.
Narcisista.
Esquizotípico.
Indique en cuál de los TP que se relacionan están principalmente afectados rasgos de las facetas de la afectividad negativa y la desinhibición.
Evitativo.
Límite.
Antisocial.
Obsesivo-compulsivo.
Indique cuáles de los trastornos de personalidad que se relacionan aparecen en varias secciones o categorías del DSM-5:
Limite y narcisista.
Antisocial y esquizotípico.
Paranoide y esquizoide.
Evitativo y obsesivo-compulsivo.
¿Cuál de las siguientes afirmaciones es correcta con respecto a la evaluación de los TP?
Las personas con TP suelen solicitar la ayuda profesional con el objetivo de modificar ciertos aspectos de su personalidad (p. ej., visión de sí mismo, relaciones interpersonales), que interfieren en su calidad de vida y en la relación con los demás.
Los síntomas que acompañan a los TP son clínicamente distintos a la psicopatología de los demás trastornos mentales.
El diagnóstico clínico de los TP está libre de la influencia de sesgos culturales y de género, dado que su diagnéstico se bosa en criterios clínicos bien establecidos, que minimizan los sesgos del evaluador/a.
La evaluación requiere recoger información sobre una multitud de contextos y dominios, odemás de valorar la gravedad del TP en la actualidad.