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Recuadro 11-1. Orígenes de la escritura

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   1000      1500      1700      30.000      3000      5.000      chinos      egipcios      fenicios      griegos      ideográfica      logográfica      sumerios   
Desde hace miles de años la especie humana viene tratando de transmitir mensajes a través de signos escritos. Primero se utilizaron los dibujos, tan abundantes en las cuevas prehistóricas, algunos con una antigüedad de más de años. Las primeras pinturas rupestres representaban objetos, animales o escenas de caza. Después los dibujos se fueron esquematizando y sofisticando [Gelb, 1963] para poder representar conceptos abstractos o escenas más complejas. De esta manera, en la mayoría de las cuevas, junto con los dibujos de animales suelen encontrarse series de puntos, líneas paralelas, curvas, etc., que posiblemente se utilizaron para llevar la contabilidad o marcar el paso del tiempo, y figuras de manos pintadas con formas diferentes que quizá podrían proporcionar información sobre el número, la naturaleza o el movimiento de las presas de caza [Dehaene, 2009]. Es decir, que las pinturas prehistóricas probablemente sirviesen para transmitir mensajes, por lo que podría considerarse un precursor de la escritura. De hecho, a este tipo de escritura a través de los dibujos se la conoce con el nombre de escritura .

Sin embargo, el verdadero sistema de escritura surgió cuando los símbolos escritos se empezaron a usar para representar palabras en lugar de objetos o conceptos [Ellis, 1984]. Cuando a cada palabra le corresponde un símbolo, se habla ya de escritura . Los primeros sistemas logográficos surgieron en Oriente Medio, en la zona de Mesopotamia y Persia [lo que hoy en día se conoce como lrak e Irán] hace más de años. También surgió un sistema logográfico, de manera independiente, algo más tarde en Egipto y en China. Aunque partían de dibujos para representar las palabras, los dibujos se fueron estilizando cada vez más, con lo cual recordaban cada vez menos al concepto original. La razón de estos cambios es muy sencilla: la escritura se hacía entonces con punzones o estiletes en forma de cuña sobre la roca o la arcilla y era, por lo tanto, un proceso lento y trabajoso. Fue para conseguir mayor rapidez por lo que los escribas fueron simplificando los dibujos. Al mismo tiempo se fueron haciendo más arbitrarios, por lo que finalmente sólo los propios escribas eran capaces de hacer las inscripciones y de interpretarlas. En concreto, los , por el año a. C., crearon docenas de signos cuneiformes a partir de los pictogramas que eran tan estilizados que sólo ellos podían entender. Asimismo, el sistema jeroglífico egipcio utilizaba pictogramas tan estilizados que sólo sus especialistas eran capaces de leer.

Los siguieron un proceso similar, aunque más tarde en el tiempo, en torno al año a. C . En sus primeras inscripciones sobre huesos o conchas grababan caracteres bastante parecidos a los objetos que representaban, pero pronto también se fueron estilizando, por lo que se fue haciendo imposible reconocerlos directamente. Se estima que sólo el 2 % de los caracteres chinos actuales contiene pictogramas reconocibles [Dehaene, 2009].

Un nuevo avance importante realizado por los sumerios fue asociar los caracteres a sonidos en lugar de a significados, es decir, utilizar los pictogramas para representar sílabas, un signo cuneiforme para cada sílaba. Así, el signo de una planta pronunciada «mu» sirvió para representar la sílaba «mu»independientemente de la palabra a la que perteneciese, o el pictograma de una flecha pronunciada «ti» para representar esa sílaba. De esta manera, los sumerios empezaron a designar caracteres para todas sus sílabas. Se estima que llegaron a utilizar en torno a 900 caracteres. No obstante, también seguían utilizando simultáneamente los pictogramas, con lo cual su escritura era una mezcla de dos sistemas, uno para los sonidos y otro para los significados, lo cual resultaba un tanto ambiguo. Este procedimiento de utilizar los dos sistemas a la vez no fue algo específico de los sumerios, también lo hicieron los y los chinos. La razón es que los pictogramas son más intuitivos, pero requieren un largo aprendizaje y una gran capacidad de memoria hasta llegar a conocer las 30.000 o 40.000 palabras que maneja una persona media. Por el contrario, hay menos sílabas, pero son más abstractas.

Hacia el año a. C. se produjo otro avance importante en la escritura: el paso de la sílaba al fonema o, lo que es lo mismo, la aparición de los sistemas alfabéticos: los signos pasaron a representar fonemas. Las primeras huellas del sistema alfabético se encontraron en la península del Sinaí correspondientes al año a. C . En un primer momento los escribas utilizaron algunos caracteres tomados del sistema jeroglífico y cuneiforme, pero para representar los sonidos. en concreto, las consonantes. Posteriormente inventaron nuevos signos a partir de pictogramas de palabras que comenzasen por esos sonidos. Así, el sonido «b» se tomó de la forma de una casa llamada «beth», y el sonido «m» de la palabra «mem», que significaba «olas» [Dehaene, 2009].

Posteriormente, los transformaron esos dibujos en formas mucho más estilizadas con sólo unos pocos rasgos, ya muy similares a las letras actuales. Además, introdujeron algunas vocales a partir de determinadas consonantes: la «u» de la «w», la «i» de la «j», etcétera. Finalmente, fueron los los que terminaron de incluir todas las vocales y estilizaron aún más las letras para crear el sistema alfabético casi como lo conocemos hoy. Los últimos cambios fueron realizados por los romanos a partir del alfabeto griego. En definitiva, la escritura siguió un largo camino desde las primeras manifestaciones ideográficas aparecidas en las cuevas hasta las formas que utilizamos actualmente. La mayor parte de ese camino lo realizaron los sumerios, egipcios, fenicios y griegos. El paso de la palabra a la sílaba y, finalmente, al fonema fue un proceso largo, y algunos sistemas se han quedado en esos estadios intermedios. Así, el chino y el kanji japonés siguen siendo logográficos, y el kana japonés y el hangul coreano son silábicos.