El desarrollo de la autorregulación. Si encuentras algún error gramatical, ortográfico, de contexto u otro tipo, y deseas ayudarnos a solucionarlo, puedes hacerlo mediante Telegram o enviando un email.
De 0 a 3 meses de edad.
Los adultos tienen un papel fundamental como co-reguladores de las emociones y sensaciones que provienen tanto del interior como del exterior.
Los adultos y los estímulos del entorno permiten distanciamiento de la fuente de malestar (como la distracción).
Toma de conciencia de que es posible controlar la vivencia/fuente de malestar.
De 0 a 3 meses de edad.
La regulación también se produce por mecanismos innatos/acciones reflejas (como apartar la mirada).
Los adultos y los estímulos del entorno permiten distanciamiento de la fuente de malestar (como la distracción).
Toma de conciencia de que es posible controlar la vivencia/fuente de malestar.
De 3 a 12 meses de edad.
Los adultos tienen un papel fundamental como co-reguladores de las emociones y sensaciones que provienen tanto del interior como del exterior.
Los adultos y los estímulos del entorno permiten distanciamiento de la fuente de malestar (como la distracción).
Toma de conciencia de que es posible controlar la vivencia/fuente de malestar
De 12 a 24 meses de edad.
Los adultos tienen un papel fundamental como co-reguladores de las emociones y sensaciones que provienen tanto del interior como del exterior.
Los adultos y los estímulos del entorno permiten distanciamiento de la fuente de malestar (como la distracción).
Toma de conciencia de que es posible controlar la vivencia/fuente de malestar
De 12 a 24 meses de edad los niños usan estrategias básicas para regular y amortiguar la sensación de malestar, como puede ser:
estrategias de alejamiento emocional como balancearse; cerrar los ojos o morder un objeto.
pedir ayuda para regular emociones displacenteras (importancia de la verbalización de la emoción y de la fuente de esta).
utilizar estrategias constructivas como verbalizar y elaborar las situaciones que producen estrés (mediante juegos o comentarios tendentes a rebajar el nivel de tensión).
De 12 a 24 meses de edad los niños usan estrategias básicas para regular y amortiguar la sensación de malestar, como puede ser:
estrategias de alejamiento físico de la fuente de malestar.
pedir ayuda para regular emociones displacenteras (importancia de la verbalización de la emoción y de la fuente de esta).
utilizar estrategias constructivas como verbalizar y elaborar las situaciones que producen estrés (mediante juegos o comentarios tendentes a rebajar el nivel de tensión).
De 2 a 3 años de edad los niños usan estrategias básicas para regular y amortiguar la sensación de malestar, como puede ser:
Aumento de la toma de conciencia de la necesidad del control emocional en situaciones sociales.
pedir ayuda para regular emociones displacenteras (importancia de la verbalización de la emoción y de la fuente de esta).
estrategias de alejamiento físico de la fuente de malestar.
De 2 a 3 años de edad los niños usan estrategias básicas para regular y amortiguar la sensación de malestar, como puede ser:
estrategias de alejamiento emocional como balancearse; cerrar los ojos o morder un objeto.
Aumento de la toma de conciencia de la necesidad del control emocional en situaciones sociales.
utilizar estrategias constructivas como verbalizar y elaborar las situaciones que producen estrés (mediante juegos o comentarios tendentes a rebajar el nivel de tensión).
De 3 a 6 años de edad los niños usan estrategias básicas para regular y amortiguar la sensación de malestar, como puede ser:
Aumento de la toma de conciencia de la necesidad del control emocional en situaciones sociales.
pedir ayuda para regular emociones displacenteras (importancia de la verbalización de la emoción y de la fuente de esta).
utilizar estrategias constructivas como verbalizar y elaborar las situaciones que producen estrés (mediante juegos o comentarios tendentes a rebajar el nivel de tensión).
De 3 a 6 años de edad los niños usan estrategias básicas para regular y amortiguar la sensación de malestar, como puede ser:
Capacidad para verbalizar de manera más coherente las estrategias de control emocional a la vez que son capaces de utilizar un rango más amplio de las mismas como las autoinstrucciones o los mensajes de autoaliento (p.ej., «los monstruos no existen»).
pedir ayuda para regular emociones displacenteras (importancia de la verbalización de la emoción y de la fuente de esta).
utilizar estrategias constructivas como verbalizar y elaborar las situaciones que producen estrés (mediante juegos o comentarios tendentes a rebajar el nivel de tensión).