Desde edades muy tempranas, los niños son agentes bien y con . Gestionan de manera eficiente muchas partes de su cuerpo, de manera voluntaria y sin la necesidad de presencia de estímulos. Parecen explorar y disfrutar con la sensación de estar vivos. Anticipan, eligen y registran las consecuencias de sus .

deliberadamente intenciones y a las personas mediante la orientación selectiva y el despliegue de movimientos expresivos. rápidamente preferencias por personas específicas, imitan expresiones de una manera comunicativa y se dan cuenta de que están siendo
imitados. una implicación recíproca.

Los movimientos no sólo son , sino que tratan de coordinarse y dirigirse de manera armónica hacia la consecución de conseguir determinados . Son también rítmicos y con una cadencia intrínseca de frecuencia y una modulación expresiva para a lo que hacen los
adultos.

Cuando se comunican, los movimientos de los bebés son sensibles a los , modulaciones o expresiones de las emociones de las otras personas. La eficiencia de la coordinación intersubjetiva prueba que incluso los recién nacidos tienen un sentido ajustado de la contingencia de las respuestas
de los y de cómo ésta varia emocionalmente.

Con pocos meses, el niño está claramente a atender a los conocimientos y capacidades de los otros familiares, dejándose llevar por ellos. Los niños son felices mostrando lo que han aprendido en compañía mediante lenguaje no de gestos, frases e intercambios de atención mutua.

Las emociones de los niños son , complejas y en la elicitación de reacciones de simpatía en los otros, en el sentido de responder con una emocional o de una forma emocionalmente complementaria.