©2021 Psicotest UNED

Cuadro 14.1. Fases de transición en el proceso de jubilación (Atchley, 1975)

Rellena todos los huecos y luego pulsa "Comprobar" para verificar tus respuestas. Utiliza el botón "Pista" para obtener una letra gratis si una respuesta te da problemas. Ten en cuenta que perderás puntos si pides pistas o indicios.
   Continuidad      Descanso y relajación      Fase de desencanto      Fase de estabilidad      Fase de jubilación      Fase de prejubilación      Fase de reorientación      Luna de miel   
. Se trata del periodo previo a la jubilación real. Las personas comienzan a prepararse para el retiro laboral, a preguntarse e imaginar cómo será su vida una vez jubilados.

. Comienza con el momento en el que la persona deja el trabajo. Esta fase puede materializarse de tres formas diferentes:

. Es el caso de los adultos que con la jubilación comienzan a realizar aquellas actividades que llevan tiempo queriendo hacer pero que las obligaciones laborales no le permitían. La persona está feliz de tener, por fin, tiempo. Puede viajar, volver a estudiar, acometer hobbies… en cualquier caso, es una fase característica de aquellos adultos que se jubilan voluntariamente y tienen suficientes recursos económicos como para poder llevar a cabo todas o parte de sus fantasías.
. En este caso, el adulto aprovecha la jubilación para descansar de las obligaciones que ha debido sobrellevar durante su vida activa.
. Son aquellas personas que continúan realizando algunas de las actividades que realizaban cuando aún estaban trabajando. Por ejemplo, aquel agricultor que continúa teniendo su huerto por gusto, quien se dedica a la maquetación después de haber sido carpintero, o quien sencillamente dedica más tiempo a las actividades de ocio que ya venía desarrollando

. Tiene lugar cuando la persona descubre que las fantasías asociadas a la época de la jubilación no se cumplen. Puede ocurrir por la muerte de la pareja, la llegada de una enfermedad o, simplemente, porque las expectativas previas se alejan de la realidad.

. La persona abandona las expectativas previas a la jubilación, tanto las excesivamente positivas como las negativas, explora nuevas posibilidades, toma decisiones y logra organizar una rutina nueva dentro del retiro. Esta rutina tiene en cuenta tanto las posibilidades reales de la jubilación como los inconvenientes que acarrea (p. ej., pérdida económica).

. En esta fase, el jubilado consigue una rutina estable y satisfactoria en su día a día